En el presente video puedes contemplar estampas otoñales de nuestro pueblecito, en final de septiembre. Después de un verano caluroso y seco esperan las lluvias que no llegan. A pesar de todo, ahí está el Pilar con sus chorritos aguantando y llenando más de botijo, con ayuda de embudo, como me comentó un lugareño. También un incipiente “maraojo” que pide a gritos: ¡agua!...¡agua!
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