Joer qué tíos qué cosas tan bonitas hacéis y decís. Es un orgullo tener paisanos como vosotros y otros cuantos más que tenemos en La Zarza y me imagino que Venancio no será el único en Mieza. Enhorabuena y gracias a todos.
Apruebo la decisión de Manolo. Todo según sus decisiones salomónicas, porque siempre manda él. Manolo, pégale a tu caja dos alas y lánzala a volar como un cometa. ¡Qué vuele! ¡Qué vuele y sueñe con libertad por La Ribera del Duero! Pero...., cuidado con los buitres no te la desplumen, o el calor del verano derrita sus alas y se derrumbe picón abajo de La Code. Ofrécele las cerezas de Mieza, no las de Cerezal, ni las manzanas de La Zarza del Pomar. Dile a tus fans que me he sometido a tu criterio. La vida nos hace flexibles y los devenires del Puente Robledo nos doblegan. Cada lágrima es una historia humana que nos va madurando y macerando. Ánimo, los de La Zarza a pregonar vuestras peñas. Sois únicos con las peñas zarceñas.
Esa cajita es una joya por todo lo que encierra, que artista y que bonito todo lo que contais. Toda mi simpatia para Mieza que considero un poco mia tambien, he ido muchas veces andando y en bici a ver a mi familia y a visitar la Code. Saludos !!
Esa cajita ya tiene alas, ya vuela por todo el mundo junto con sus leyendas. Precioso trabajo y preciosos loa textos que acompañáis a su presentación. (Paco)
Poco puedo decir. Absolutamente impactado y emocionado por contemplar y disfrutar tan sentidos textos que ilustran este maravilloso estuche que desprende tantísima emoción, complicidad y belleza. Amistades así trascienden, nos hacen más humanos y causan sana envidia. Un abrazo virtual a ambos.
Buenos días, vecinos zarceños. Soy Venancio de Mieza, amigo de Manolo, apodado, el de La Zarza. Y soy o estoy ya viejo. ¡Qué palabra tan bonita! Viejo. Viejo, pero resistente como el Puente Robledo. Tengo la piel arrugada y curtida por los años como las cortezas de vuestros robles. Y os aseguro que, con vuestros piropos, me habéis sacado los colores a la cara. A lo mejor hasta me brotan claveles en las mejillas... Sois formidables. Os admiro por vuestra unión y el mimo con que regáis y abonáis al pueblo de La Zarza. Así y unidos a vuestro alcalde conquistaréis Las Arribes.
Gracias, Almanaque. Con esos ojos de gato, que eclipsan a los pajarillos, sigue avizorando los pueblos de Las Arribes. Cuando quieras te llevo a La Code, a ver si avizoras allí a La Negra, esa pajarraca, preñada de La Cobid, que pone los huevos arracimados en las arrugas de loa viejos. ¿Vamos? ¡Vamos!
Joer qué tíos qué cosas tan bonitas hacéis y decís.
ResponderEliminarEs un orgullo tener paisanos como vosotros y otros cuantos más que
tenemos en La Zarza y me imagino que Venancio no será el único en Mieza.
Enhorabuena y gracias a todos.
Te aclaro, Luis, que aquí el verdadero arista es Venancio. Yo poco he tenido que ver, salvo en una de las cajitas.
ResponderEliminarGracias a tí.
-Manolo-
ResponderEliminarApruebo la decisión de Manolo. Todo según sus decisiones salomónicas, porque siempre manda él. Manolo, pégale a tu caja dos alas y lánzala a volar como un cometa. ¡Qué vuele! ¡Qué vuele y sueñe con libertad por La Ribera del Duero! Pero...., cuidado con los buitres no te la desplumen, o el calor del verano derrita sus alas y se derrumbe picón abajo de La Code.
Ofrécele las cerezas de Mieza, no las de Cerezal, ni las manzanas de La Zarza del Pomar.
Dile a tus fans que me he sometido a tu criterio. La vida nos hace flexibles y los devenires del Puente Robledo nos doblegan. Cada lágrima es una historia humana que nos va madurando y macerando.
Ánimo, los de La Zarza a pregonar vuestras peñas. Sois únicos con las peñas zarceñas.
Que trabajo tan lindo y M A R A V I L L O S O
ResponderEliminarEsa cajita es una joya por todo lo que encierra, que artista y que bonito todo lo que contais.
ResponderEliminarToda mi simpatia para Mieza que considero un poco mia tambien, he ido muchas veces andando y en bici a ver a mi familia y a visitar la Code.
Saludos !!
Esa cajita ya tiene alas, ya vuela por todo el mundo junto con sus leyendas.
ResponderEliminarPrecioso trabajo y preciosos loa textos que acompañáis a su presentación.
(Paco)
¡¡Caray que cosa tan bonita, esta cajita es una autentica joya. Venancio, olé por ti, eres un artista consumado te atreves con todo.
ResponderEliminarSaludos, Nati
Que sorpresa tan bonita, felicidades a el tal Venancio que no conozco y quiero conocer, demuestra tener gran sensibilidad y talento
ResponderEliminarSoy,Juan Andrés el anterior, no me aclaro mucho
ResponderEliminarPoco puedo decir. Absolutamente impactado y emocionado por contemplar y disfrutar tan sentidos textos que ilustran este maravilloso estuche que desprende tantísima emoción, complicidad y belleza.
ResponderEliminarAmistades así trascienden, nos hacen más humanos y causan sana envidia.
Un abrazo virtual a ambos.
ESPECTACULAR el contenido de esa preciosa caja!!! Enhorabuena, por esa amistad tan envidiable...Seguir deleitándonos con cosas tan bonitas.
ResponderEliminarImpresionada, admirada y enamorada de la cajita pirograbada con temas de nuestro pueblo. Todo un orgullo y lujo que agradezco a su autor Venancio
ResponderEliminar"He visto lo de Venancio. Una maravilla de cofre, es un artista. Preciosa idea."
ResponderEliminarBuenos días, vecinos zarceños. Soy Venancio de Mieza, amigo de Manolo, apodado, el de La Zarza. Y soy o estoy ya viejo. ¡Qué palabra tan bonita! Viejo. Viejo, pero resistente como el Puente Robledo. Tengo la piel arrugada y curtida por los años como las cortezas de vuestros robles. Y os aseguro que, con vuestros piropos, me habéis sacado los colores a la cara. A lo mejor hasta me brotan claveles en las mejillas...
ResponderEliminarSois formidables. Os admiro por vuestra unión y el mimo con que regáis y abonáis al pueblo de La Zarza. Así y unidos a vuestro alcalde conquistaréis Las Arribes.
Venancio: si te brotan claveles en las mejillas iremos a regarlos para que se mantengan frescos y hermosos.
ResponderEliminarGracias, Almanaque.
ResponderEliminarCon esos ojos de gato, que eclipsan a los pajarillos, sigue avizorando los pueblos de Las Arribes. Cuando quieras te llevo a La Code, a ver si avizoras allí a La Negra, esa pajarraca, preñada de La Cobid, que pone los huevos arracimados en las arrugas de loa viejos. ¿Vamos? ¡Vamos!